Del deporte a la empresa - Lecciones aprendidas de la final de la Supercopa de España de Futbol - David vs. Goliat
No me gusta escribir sobre temas deportivos, sin una maduración previa de lo que quiero decir. El mundo del deporte es muy propenso a que nos calentemos, muchos hemos contemplado a buenas personas que se convierten súbitamente en personas sin educación e incluso en potenciales delincuentes por seguir al equipo de su ciudad o de su corazón, en ocasiones de una forma injustificable. Por eso, prefiero tomarme una cierta distancia con el asunto, y únicamente escribo posteriormente si creo que se puede sacar una adecuada reflexión para la vida y especialmente para el entorno empresarial.
El partido enfrentaba al F.C.Barcelona, el equipo de Leo Messi, sin duda uno de los mejores jugadores en la historia del futbol, y sus compañeros de equipo, contra el Athletic Club, un club histórico, que siempre ha seguido un camino singular, en base a unos principios particulares.
El Athletic es un equipo que juega únicamente con futbolistas vascos o que hayan pasado por su cantera. Una filosofía que por su singularidad, ya es leyenda del futbol mundial. Una manera de pensar, que sin duda, obliga a ganar menos títulos, pero que quizás consiga que los que vengan se disfruten y vivan con mayor pasión. Y sorprendentemente, aún así, el Athletic Club, es el tercer club con más títulos oficiales en España, tras los poderosos Real Madrid y F.C.Barcelona. Y además, es junto con ellos el único equipo que puede presumir, con orgullo, de haber jugado siempre en la primer División. Sin duda, un David (Athletic Club), junto a auténticos Goliat del mundo del futbol.
Me gustaría, comentar algunos momentos del partido que creo determinantes, y de los que creo, se pueden sacar lecciones para la vida empresarial y profesional. El F.C. Barcelona ganaba 2-1, pero el Athletic Club demostró convicción y no se rindió en ningún momento, y en los minutos finales, Asier Villalibre anotó el gol del empate y el partido finalizó 2-2, por lo que había que jugar una prórroga.
Con anterioridad a iniciarse la prorroga los jugadores del F.C.Barcelona deambulaban por el campo sin hablarse, y los del Athletic Club se reunían todos juntos en un corro, planificando sus próximos objetivos, automotivándose y motivando al resto de compañeros.
Y eso es lo que necesitamos en nuestras organizaciones, personal motivado y alineado con los objetivos corporativos. Un equipo que se encuentra dispuesto a luchar como colectivo. Ese día el Athletic Club, demostró convicción y confianza en un mismo sueño, y sin duda eso, determinó su éxito en el empeño.
En
nuestras organizaciones pasa lo mismo, a todos nos gustaría tener un líder como Messi,
pero como no podemos, tenemos que apostar por las capacidades colectivas que en conjunto son más poderosas que las indudables capacidades de una persona, aunque
estas sean excepcionales, como las del propio Messi. Un Leo Messi, que fue
expulsado en una reacción de impotencia, propia de cualquier persona que ve
como lo que anhela se le escapa. El astro se convirtió en mortal.
Y esto es algo que debemos contemplar en el mundo empresarial, los nuevos modelos de liderazgo pueden estar basados en personas ordinarias que en situaciones coyunturales realizan acciones extraordinarias, y arrastran a todo el grupo en pos de un objetivo compartido. Líderes puntuales como el " el búfalo Villalibre" que aplican el esfuerzo, el sentido común, y que también saben disfrutar y liderar el éxito del momento.....y luego "a seguir dándole".
¡Gracias Asier Villalibre por tu sencillez y ejemplo!
Otros detalles, significativo fue el gesto del Club reconociendo el trabajo de Gaizka Garitano (ex entrenador) y que había sido destituido unas semanas antes por los malos resultados del equipo en el campeonato de Liga. El Club le incluyó en la foto oficial, haciéndole participe de un éxito colectivo. Un bonito gesto, un bonito recuerdo, una actuación de justicia que engrandece a la propia institución, acordándose de una persona que en sus últimas declaraciones dijo que desde pequeño, lo que quiero es que “ mi equipo, el Athletic, gane siempre”.
Y también otro bonito momento, el equipo, dada la situación de pandemia, ofrece el trofeo a su afición en un campo (el histórico San Mamés) totalmente vacío. Un gesto precioso.
Y gestos así, consiguen que algunas empresas sean grandes. Responsables y agradecidas con sus trabajadores, con sus grupos de interés, con sus proveedores y clientes. En definitiva, acordándose con cariño de todos aquellos que aportaron algo para conseguir el objetivo corporativo.
Sin duda, pequeños detalles de un
gran Club.
¡Aúpa Athletic Club!
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